Gracias a que estamos cambiando nuestra ideología y forma de ver el mundo, ahora somos capaces de reconocer la importancia que tienen todas las criaturas que habitan el planeta, estamos presenciando un cambio radical a nivel social y legal que nos obliga a reconocer que cada ser vivo que coexiste con nosotros es merecedor de un trato digno, tiene derecho a la vida, a ser protegido por las leyes, a no ser maltratado y a tener acceso a la salud sin importar las condiciones en las que se encuentra.
Muchas personas, al rededor del mundo, están dedicando su vida a luchar por todos aquellos seres "sin voz" que merecen todo nuestro respeto y nuestro apoyo para que logren acceder a servicios de salud de calidad.
Es entonces donde entra la noble labor de los médicos veterinarios zootecnistas, ellos son quienes se encargan de brindar los servicios de salud a todos aquellas criaturas que para muchos son sólo "animales" pero para otros son seres maravillosos, únicos e irreemplazables.
Es admirable todo lo que realizan, en muchos casos trabajan largas horas para curar los supuestos "casos perdidos", no les preocupa el desvelarse para atender emergencias, son personas capaces de anteponer la vida de sus pacientes antes de ganar dinero por sus servicios.
Su profesión, no parece fácil, ya que tienen que interpretar los síntomas de criaturas que no pueden expresar con palabras sus dolencias, solamente con miradas y uno que otro sonido, sin embargo eso no los limita a buscar incansablemente el ayudar a sanarlos ya sea de manera física, psicológica, terapéutica, quirúrgica o emocionalmente a sus pacientes.
Muchos se encuentran ayudando a conservar la vida de especies en peligro de extinción, otros arriesgan sus vidas en salvarlos de alguna catástrofe natural, algunos se dedican a enmendar corazones rotos y buscan recuperar en aquellos seres quebrantados y maltratados la confianza en los seres humanos.
Por toda su dedicación y su tiempo en el cuidado de estos maravillosos seres no sólo hoy sino siempre estaremos enormemente agradecidos con todos y cada uno que trabaja sin cesar y realiza su profesión con ética pero sobre todo con amor.