Sin duda nuestras mascotas se convierten en parte importante de nuestra vida, son ellas las que nos brindan momentos de felicidad, nos acompañan en momentos difíciles, nos dan su cariño y amor incondicional y es nuestra responsabilidad cuidar y protegerlas antes de que presenten alguna enfermedad.
Desafortunadamente también nuestras compañeros de cuatro patas pueden padecer cáncer de mama, lamentablemente existen casos en donde los dueños desconocen sobre el tema y al acudir a consultas veterinarias se suelen llevar la sorpresa de que su mascota presenta tumores mamarios siendo en la mayoría de los casos malignos.
Por lo que es sumamente importante que como dueños responsables estemos informados sobre este mal que afecta de manera silenciosa a nuestras mascotas; la mayoría de nosotros desconocemos o estamos ajenos a este tema pero de acuerdo a estudios las cifras de casos deben de abrirnos los ojos y se debe de considerar como un tema importante y relevante ya que puede ser detectado a tiempo y tratado de manera exitosa.
- En el caso de los machos, el cáncer de mama es muy poco frecuente de acuerdo al veterinario Otto Alvarado; se estima que afecta a menos de 1 de cada 100 perros y, cuando se encuentra un tumor, la mayoría suele ser benigno sin embargo pueden presentar tumores malignos por lo que es importante que al detectar o palpar algún bulto conviene acudir al veterinario.
- Un estudio realizado por R. Schneider, C. R Dorn y D. O Taylor arrojó como resultado que los tumores mamarios son más habituales en las perras que no están esterilizadas o que fueron esterilizadas después de los 2 años de edad, siendo del 0.5 % si se esteriliza antes del primer celo (aproximadamente 6 meses de edad) y de un 8 % después del primer celo así como del 26 % después del segundo celo. Los gatos esterilizados antes de los 6 meses de edad tiene un riesgo 7 veces menor de tener cáncer mamario y la esterilización a cualquier edad reduce el riesgo de tumores mamarios en un 40 % a 60 % en los gatos.
- “Una de cada cuatro perras tendrá cáncer de mama en su vida si no se ha esterilizado de forma temprana”, asegura el veterinario Pachi Clemente, director científico de la Asociación de Veterinarios Españoles de Pequeños Animales (AVEPA) y oncólogo de la clínica La Merced, en Calpe. Por lo que respecta a las gatas, “no hay estudios tan detallados, pero se sabe que es el tercer tipo de cáncer más frecuente en felinas".
- Es el segundo padecimiento más importante en las perras, siendo entre el 41-51% de los casos malignos; en cambio, en las gatas es menos común, pero cuando las afecta un 81% de los casos los tumores resultan malignos, afirmó para la Gaceta UNAM Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)-Banfield.
- Desarrollo de un bulto o nódulo alrededor de la mama.
- Secreción de la glándula mamaria afectada con dolor a la palpación.
- Ulceración de la piel.
- Pérdida de apetito y debilidad.
De acuerdo al veterinario Otto Alvarado "Cuando un tumor menor a 3 centímetros es retirado del animal, las posibilidades de que este repita dentro de 3 años es de 80%. Pero cuando el tumor extraído es mayor de 5 centímetros, las posibilidades de que se repita al año es de un 80%" destacando que mientras más pronto se retire el tumor, se eliminarán las posibilidades de crear una metástasis.
¿Cómo prevenir?
- Pachi Clemente como especialista recomienda: “La esterilización temprana reduce el riesgo de tumores de un 25% en perras no esterilizadas a menos del 1% si se hace antes de que hayan tenido el primer celo, o el 8% si es antes del segundo". No obstante, no se recomienda realizar esta intervención antes de los tres meses para disminuir las probabilidades de incontinencia urinaria en el futuro. En las gatas, la esterilización temprana reduce en un 90% el riesgo de tumores mamarios.
- Realizar exploraciones y palpar si existe alguna masa extraña en la glándula mamaria, al menos una vez al mes; si se detecta algo anormal acudir inmediatamente al médico veterinario para que realice un estudio detallado.
- Realizar revisiones semestrales con el veterinario de esta manera puede detectar anomalías de manera oportuna y realizara un diagnóstico temprano.
Normalmente el tratamiento en caso de encontrar alguna masa extraña comienza con la revisión del veterinario patólogo el cual realiza un diagnóstico a través de punciones si es necesario una biopsia y tomar radiografías, para verificar si existe alguna diseminación del tumor.