Al hablar de héroes o heroínas generalmente se refieren a personas que son admiradas por realizar actos o hazañas extraordinarias las cuales requieren valentía y coraje para lograrlas; estas personas pueden ser personas reales o personajes de la mitología griega, videojuegos o comics.
Sin embargo, existen muchos héroes y heroínas anónimos, los cuales desde muy corta edad de vida han sabido enfrentar adversidades con valor, alegría, optimismo y fe de los cuales debemos de reconocer ya que nos dan grandes lecciones de vida; me refiero a todos esos pequeños que combaten día a día la lucha contra el cáncer.
¡Estos pequeñitos para mí sí son verdaderos héroes y heroínas!
El cáncer infantil es una realidad que viven muchas familias
en todo el mundo, es un hecho aunque triste que los índices de esta enfermedad
han ido en aumento y no importa la situación económica en la que se encuentren
las familias es una enfermedad que no discrimina.
Tan sólo en México se estiman que
cada año hay al menos cinco mil nuevos casos de cáncer infantil, en donde el
75% de estos niños se encuentran en etapas avanzadas, de acuerdo a los
registros de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) se han
contabilizado 18 mil casos activos en tratamiento, siendo ésta la primera causa
de muerte en pacientes de 5 a 14 años de edad; se estima que alrededor de cada
cuatro horas un niño mexicano con cáncer muere.
Las cifras son espeluznantes y
pueden sonar desalentadoras para los que la leen, ahora si nos ponemos en los
zapatos de todos los padres de familia e infantes que la viven es
admirable lo que hacen por conservar la esperanza de que sus hijos superen
dicha enfermedad, es un trabajo compartido no solamente los padres y los
pacientes fungen papeles principales sino también los doctores, investigadores,
terapeutas, enfermeras y asociaciones que buscan constantemente el sensibilizar
a la población y a la comunidad en general.
Por lo anterior creo que no
solamente basta con el sentir "lástima" por todas esas criaturas, sino que
también podemos aportar nosotros mismos a mejorar su situación, podemos ser
voluntarios en las clínicas y llevar un poco de felicidad y tiempo a todos
ellos, existen campañas de donación de cabello para la elaboración de pelucas,
también podemos llevar alimento a todos los familiares que se encuentran en las
clínicas ya que en muchos casos vienen de otros estados para que sus hijos
reciban tratamiento especializado y son de escasos recursos, apoyando en
especie o económicamente a las asociaciones que recudan fondos para esta noble
causa.
Los invito a que concienticemos a
todos nuestros seres queridos sobre este tema y que nos sintamos afortunados de
la salud que tenemos así mismo a que seamos más sensibles a los problemas que
muchas familias mexicanas presentan como es el cáncer infantil y que si podemos
aportar algo para ellos lo hagamos de corazón ya que solo se requiere de una
pequeña acción para cambiar este mundo.
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